sábado, 11 de julio de 2009

¡Al tigre no hay que tenerle miedo! Oficios de cada día

Una de las cosas que no es un secreto para los venezolanos es el crecimiento y evolución de la economía informal (mucho tiene que ver con la situación de la bolsa de trabajo, el crecimiento poblacional, la inflación, la crisis mundial o cualquier excusa más allá de estas que te obligue para montar una mesa de teléfonos frente a tu casa, vender Cds, cuidar automóviles, vender de un lugar a otro, hacerle la cola a otro, montar uñas acrílicas en plena plaza del Valle, montar un puesto de chicha, cocada u ofrecer juegos de baño en foami)
Con el pasar del tiempo es impresionante ver como nuevos oficios se van sumando a lista de tigres, cuando hablamos de matar tigres nos referimos a dedicar un tiempo parcial a un oficio determinado con el fin de obtener un ingreso extra (¡bienvenido es! por cierto…) según algunas fuentes el término matar tigres surge de hace muchos años atrás por un venezolano cuyo patrón de la finca en la que trabajaba le ordenó un trabajito “rápido y sencillo“, y se lo pagaría totalmente aparte de su sueldo, dicho trabajo era cazar un tigre y llevarselo, por lo que al culminar le contaba a un compañero “hoy maté un tigrito, fácil y rapido”Pero más allá de esto, es curioso ver los diferentes oficios que emplea la gente para ganarse los cobritos (dinero, los reales, las tres puyas, plata, billete, billullo, cobre, la fuerza, los bolos, churupos, entre otros)Entre los oficios más destacados tenemos:
*Parquero: hombre que cuida tu carro durante un período de tiempo corto, cuando lo estacionas en la calle o frente a negocios, es un oficio cuestionado ya que pueden datear (ofrecer información) a algún hampón sobre el aspecto del dueño, las pertenencias que estén dentro del auto, entre otros. No se quejan cuando lo que te queda del vuelto son tres monedas de las doradas que tienen un cinco, total, su invaluable labor no tiene precio. Frases comunes: dale que no viene carro, muévelo, si va mi tío,…

*Chica del puesto de teléfonos: generalmente es una chica joven (con una cara… que no provoca mirar) que ocupa por decisión propia una parte de de la acera, para instalar una mesa de plastico color blanco, verde, azul marino o rojo de marca manplas con una serie de celulares conectados a un enchufe proveniente de un poste de alumbrado o una tanquilla, no paga impuestos, derecho de frente o lo que parezca. No respeta cuando hablas, te mira de arriba abajo, la acompaña un niño al que le dan nalgadas públicamente cuando pide alimento, llora o esta aburrid@, no es conveniente usar este servicio para hacer llamadas con motivos académicos, concretar entrevistas de empleo o asuntos de gran relevancia; úselos para sacar las patas del barro (resolver un problema con rapidez)

*Martillador: No necesariamente son indigentes, son un tipo de personas (un gran número en edad productiva) que se acercan a ti para pedirte dinero (cuando viene caminando hacia ti, ya sabes que viene a martillarte e intentas: 1.- hacerte el musiú, 2.-volteas la cara, 3.-hablas por teléfono (con un supuesto amigo) 4.-dices que no tienes 5.- algunos corazones no tan nobles como el mío les dan lo primero que encuentran en el bolsillo derecho para quitárselo de encima y si la cosa esta floja, aplico la primera opción) El destino del dinero recolectado es incierto, en algunos casos, son usados para el consumo de bebidas alcohólicas, sustancias psicotrópicas, entre otras.

*Recoge latas: También llamados microempresarios del aluminio, se dedican a recolectar diferentes latas, por ser estas del mismo material, con el fin de venderlas en algunos lugares llamados centros de acopio, donde les retribuyen según el peso de estas, siempre los llevan en un saco (de esos donde compramos naranjas) de color rojo; suelen ser impacientes. María (estudiante) cuenta entre risas que un día estaba tomando una malta placenteramente en la plaza Chacaito, frente a ella estaba un recogelatas que se cansó de esperar que ella agotara el contenido y se acercó a ella, se la arrancó, la pisó y se la llevó.

*Adivinadores: son este tipo de personas que te leen la mano, las cartas, los caracoles, la uña sucia, o lo que sea necesario para decirte que alguien te tiene envidia, expertos en ciencias ocultas ¡y bien ocultas! generalmente están en la Avenida Baralt y el Bulevar de Sabana Grande. Te ofrecen trabajos extras con elevados costos. Se les dice adivinadores porque viven adivinando cómo joderte.

*Vendedores ambulantes: Son la solución para matar el hambre, entre los más destacados están: los de hallacas, patacones, maíz sancochado, tortas, menú ejecutivo, cachapa en hoja, bollitos, tequeños, ¡cosas del mar en un vasito plástico! Llamado también rompecolchón y vuelve a la vida (no voy a especificar por qué) sin embargo, se recomienda tener cuidado con la ingesta de los mismos (para no pescar una Helicobacter pylori ) Y aparte ¡No rebajan pero ni una locha!
*Los que alquilan puestos: no se si le ha pasado, pero en la Onidex de Pérez Bonalde existe un monopolio mafioso medio conchupante de personas que alquilan los asientos y como las colas para sacar los pasaportes son interminables, no es igual hacerla sentad@ con una cosmopolitan que parad@ mentando madre. El precio del alquiler de estos puestos oscila entre 1 y 2 Bsf hasta que puedas pasar a hacer otra larga cola en el interior de las instalaciones.

*Manicuristas Ambulantes: Son personas que se dedican a decorar uñas en cualquier esquina usando al igual que la que alquila los teléfonos una mesa y tomando la energía eléctrica del entorno gratuitamente; al igual que tu peluquero de confianza te cuentan todos los chismes (hasta el hotel de Plaza Venezuela en el que generalmente le dan matarile)

*Vendedores de Remaches: mayormente son hombres que se ven con frecuencia en el mercado del cementerio, te persiguen diciéndote que te van a regalar no se qué para tu correa y cuando lo agarras te dicen que te los colocan gratis, pero que los tienes que pagar (una incondicional forma de guisarte, algo un poco decepcionante para los que nunca hemos ganado un premio)

*Vendedores en las Camioneticas: te ofrecen unos chocolates, bien ricos en sabor y en precio, cuya fecha de vencimiento jamás encuentras, esta como limada o borrada con alcohol. Casi siempre dicen que son personas con problemas de adicción en proceso de rehabilitación.

*Limpiabotas: son personas que se dedican a limpiar y pulir zapatos, en Plaza Venezuela, por ejemplo, a la altura de El Gran Café hay algunos que están fijos en una estructura que asemeja puestos bastante altos, para elevar el autoestima del cliente, para que se sienta como en un trono (bueno, una estrategia de mercadeo valida) usualmente a partir del vienes al medio día se suman a la conocida legión de cañeros (¡cuidado! No es igual cañeros que cañicultores, los cañeros le meten a la célebre carterita abnegadamente)

*Los de las intersecciones: se paran en los semáforos para ofrecer bolígrafos o hacer maromas, ofrecen un espectáculo espeluznante o te caen con una labia… generalmente la conducta de las personas es subir los vidrios de su auto y hacerse el paisa.

En definitiva, todos estos tigritos tienen algo en común, existe un factor determinante en el crecimiento cada vez más elevado de estas prácticas, chambas, trabajos, entre otros… y es el espíritu de supervivencia del ser humano ante la situación de crisis que se vive en el mundo, como dicen por ahí: ¡las tripas roncan! Y ¡no solo de pan vive el hombre! (de arepa también) cada quien tiene un tigrito que le gusta matar, existe un tigrito para cada tipo de persona, a la medida de sus gustos y de su talento, aunque… cuando el hambre toca la puerta no importa si tienes talento o no. Si le sale un tigre, mátelo y hágalo con gusto, eso si, no le tenga miedo al cuero.